sábado, 2 de julio de 2011

Miedo y asco en Marruecos

Hace muchisimo que no escribo, si bien nunca me faltaron pensamientos y sensaciones para compartir... Es loco, pero fue justamente durante mi aventura por el subcontinente (que todos los prejuicios indicaban que era un lugar tan remoto, exotico, incomunicado y atrasado en materia de tenologia) cuando mas tiempo y ganas tuve de compartir un poco del graaaan cumulo de experiencias que vivi. Alla, donde todo era nuevo y sorprendente y donde no hubo un solo dia aburrido o durante el cual no pasara por situaciones y estados multiples, encontre el tiempo para meditar sobre todo eso y tratar de expresarlo en palabras.  En terminos de intensidad y variedad, una semana en India podia equivaler a un año en Buenos Aires, pero siempre tuve las horas suficientes para subir fotos, responder mails y hacer algun que otro post. Ni hablar de escribir en mi diario, costumbre que por momentos se volvio (justamente) diaria, con varias veces en las que era capaz de garabatear como afiebrada por hojas y hojas, tratando de que la mano siguiera el ritmo de mi cabeza.

En cambio, en grandes ciudades modernas como Paris y Londres me perdi. No se si era la gente alrededor mio que corria al trabajo y se exasperaba con el retraso del subte, o que las dimensiones geograficas de una sola ciudad se agigantaron, o que me senti bombardeada por reglas (cruce aca, vaya para alla, no pise el pasto, bicicletas y picnics prohibidos, entrada unicamente con autorizacion, el desayuno se sirve de 8 a 10 sin excepcion, etc)... Pero de repente me encontre apurando el paso hacia destinos siempre demasiado lejos o dificiles de llegar, quejandome por el transporte publico y sintiendo, al final de cada dia, que habia hecho la mitad de todo lo que me habia propuesto.

Ademas, las grandes ciudades europeas con su contaminacion sonora, visual y psicologica, hicieron que perdiera por momentos (a veces dias enteros) el contacto con mi voz. Esas conversaciones y chistes internos conmigo misma bajaron en frecuencia y profundidad, dejando mas lugar a pensamientos como: "si tomo la linea roja hago una combinacion mas pero seguro me ahorro diez minutos".

Mmmm toda esta introduccion desvariada no viene mucho a nada, porque lo que de verdad queria decir era otra cosa! Aunque capaz todo sea parte de lo mismo... En fin. Obviamente, desde que aterrice en Africa volvi a escuchar preguntas como: "what's your name? Where are you from? Are you alone?" y hasta tuve una propuesta de casamiento!! (de un total extraño en la calle, asi que nada de romantico eh!). Y de parte de extranjeros como yo, la gran "oh you are brave!". Si, supongo que algo de coraje hay que tener para este tipo de cosas... Y mucho temple y paciencia y apertura mental para lidiar con realidades y reacciones distintas por parte de los locales. 

Pero una vez mas, aca corroboro lo que siempre afirme: me da muuuucho menos miedo India o Marruecos que Londres o Buenos Aires. Los hombres que quieren seducirme me causan gracia y a veces hasta me suben la autoestima, en cambio el taxista o policia que no me ayudan ni un poco a descifrar que bus tengo que tomarme a las 4am para llegar a mi hostel por primera vez me disgusta y aterra. Los vendedores callejeros que me atosigan para que compres alguna baratija siempre lo hacen con simpatia, mientras que el pobre inmigrante que trabaja en KFC ya no tiene fuerzas para esbozar una sonrisa. 

Pero hoy... Hoy a la mañana estuve expuesta a la peor escoria de occidente. Era la tapa de una revista inglesa, entre papparazzi y del corazon. Al lado de la foto de una chica hermosa (y aparentemente famosa) habia un titular que decia: "te parece que Nicole esta gorda? Tv Exces le dice que tiene que perder 5 kilos". Y la Nicole es flaca. Flaquisima! Lo juro. Entonces... Como puedo explicarles el miedo y el asco que me dio ver esto? ESTO me paraliza. Y todo lo que significa. Aca en Marruecos estoy viajando con 7 kg en mi mochila: jabon, shampoo dos en uno, crema solar, toalla, un par de remeras, dos pantalones, dos vestidos, un sweater, camara de fotos, ipod, libro, diario personal, tres biromes, un lapiz y cuatro crayones, botella de agua, pasaporte y plata. Aca me visto segun el clima, no para parecer mas flaca o mas sexy. Al contrario, cuanto mas natural y discreta, mejor. Y nunca me senti mas linda y sencilla al mismo tiempo... Por dentro y por fuera.

Asi que si, supongo que hay algo de valentia en mi viaje. Pero no es nada comparada con el verdadero coraje que voy a necesitar para volver a Buenos Aires, donde mas alla de todo lo que me encanta de mi home sweet home, la competencia, el stress y las ambiciones superfluas te marean y despistan.

Perdon, me salio medio bajon el post! O sera que me hice medio hippie y ni me di cuenta? ;)

4 comentarios:

  1. El hogar de cada uno, no es necesariamente donde uno nace...
    Mil besotes!

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  2. perdon delfi, pero me permito discrepar. yo creo que el desafio es saber aplicar esa libertad que adquiriste en los viajes a tu cotidianeidad en buenos aires (o dnd elijas que sea). los viajes no son un parentesis, no es una parte de tu vida... es un estado de la mente.. que lo adquiris viajando y lo tenes que saber/poder consrvar. si sabes que asi estas linda y te sentis bien... vestite tb asi en buenos aires.... yo creo que la ciudad te lo va a permitir... me rehuso a creer que la gente sigue teniendo tiempo/ganas/ignorancia para criticar formas de vestir o eleccciones de vida... y si lo tienen.. como vos estas segura... no deberia importante.

    necesito una pint en un pub para que nos explayemos en este tema.de reptne me dio extrañitis que no te voy a ver!!

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  3. Maaaaal!!! Como necesito esa pint y esa charla amiga!!! Capaz en diciembre una birra? Jaja! Tenes toda la razon eh. O sea, obviamente este es un problema personal mio, de no tener la mente suficientemente fuerte para ignorar las miserias de la humanidad jajaja! Pero bueno, ojala me equivoque y en bs as me de cuenta de que este viaje me hizo mas fuerte... En Londres me costo, pero Londres no es casa... Te mantendre informada jajaja

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